¿Qué hacer con el mal comportamiento?



Comprender a fondo el mal comportamiento no es sencillo, pero es el primer paso para resolverlo.
Al tratar de corregir una mala conducta, los propietarios suelen darse por vencidos después del primer intento fallido.
Es muy importante ser constantes y tener paciencia. Cada perro debe ser entrenado desde cachorro para obedecer órdenes verbales
y comandos de mano, esto será una gran ayuda para poder corregir malos hábitos en el futuro.



¿Qué factores intervienen en el comportamiento?

Se ha comprobado que las pautas y los modelos de comportamiento de los animales dependen, en gran medida, de los genes.
Sin embargo, igualmente es cierto que la genética no llega a ser del todo determinante en la conducta
de los individuos, debido principalmente a que sobre estos patrones pueden existir múltiples modificaciones y transformaciones
en función del ambiente y del entorno. En el desarrollo del comportamiento animal, por tanto, intervienen más factores.

Los animales están sometidos a una serie de cambios permanentes y constantes, unos cambios que surgen como consecuencia
de las continuas interacciones que se dan entre el fenotipo, el genotipo y el ambiente, y que irán modificando
y moldeando el comportamiento de los individuos. Estas interacciones pueden considerarse como unos procesos altamente predecibles,
sobre todo en las etapas más tempranas del desarrollo de los organismos.



Educación y socialización deficientes


En gatos


Igual que nosotros, nuestros mininos aprenden gran parte de sus hábitos durante su infancia.
Además, su carácter es más flexible durante sus primeros meses de vida, lo que facilita su aprendizaje.
Si queremos tener un gato bien educado y obediente, debemos invertir en su educación y socialización tempranas.
El primer paso para prevenir las conductas inapropiadas en un gato adulto es no reforzarlas en un cachorro.
Si por proteger o agradar a un gato cachorro permitimos ciertas conductas, se volverán un hábito.

Sedentarismo y estimulación insuficiente

La domesticación ha traído muchos beneficios para los gatos, como es una menor exposición a depredadores y una abundante disponibilidad de alimentos.
La falta de necesidad para gastar energía y ejercitar su mente provoca que muchos mininos desarrollen numerosos síntomas de estrés y aburrimiento. Y ello se refleja
negativamente en su comportamiento, lo que incluso puede ocasionar un aumento de su agresividad.

Si queremos evitar el mal comportamiento en nuestra mascota, debemos poner especial atención al enriquecimiento de su ambiente, en un entorno adecuado.

Para enriquecer el hogar de tu minino, será esencial obtener juguetes, rascadores y complementos que estimulen su cuerpo y su mente.

Emplear el refuerzo positivo

El método educativo ‘tradicional’ no resulta efectivo para adiestrar a los gatos.
En realidad, no debería ser empleado en ningún animal, ya que está basado en provocar emociones negativas, como miedo o inseguridad.
El refuerzo positivo es la forma más segura y eficaz de enseñar y corregir el mal comportamiento de tu gato.
Al enseñar a tu minino, recuerda ofrecerle un premio para reconocer cada buena conducta y estimular su aprendizaje. Además de golosinas,
podemos ofrecerles juguetes, complementos, caricias o una deliciosa comida casera.

Evitar regañar

Cuando tu minino lleva a cabo una conducta inapropiada, no es recomendable regañarlo.
Para remarcar un mal comportamiento, simplemente hay que decirle “no” con un tono de voz firme y sereno. Y al identificar una buena
conducta, podemos utilizar una golosina para reforzarla.

En Perros



Uno de los pasos más importantes a la hora de comenzar con la educación de nuestro perro,
es precisamente poder transmitirle de forma correcta nuestras intenciones.xisten muchas técnicas diferentes
de adiestramiento / educación canina, todas ellas son igual de buenas y funciones. Pero solo existen unas pocas
técnicas correctas para indicarle a nuestro perro que no nos gusta su comportamiento o simplemente darle un toque de atención.

¿Cuando debemos corregir a un perro?

Lo más importante a la hora de educar a un perro adulto o cachorro, es el sentido común de quien lo educa.
De nada sirve dedicar mil horas al adiestramiento de nuestro perro adulto o cachorro, si no lo hacemos de la forma correcta
Si lo que queremos en regañar a nuestro perro por algo que hizo mal, debemos hacerlo justo en el momento en el que lo está haciendo,
ni antes ni después.

El “toque” o “mordida”

Esta técnica es sin lugar a dudas una de las más efectivas, a la vez de respetuosa. Debes comprender que nunca, bajo ningún concepto,
hay que pegarle a nuestro perro (ni a ningún otro perro obviamente). La agresión no es una técnica de adiestramiento / educación, agredir a un perro es simplemente un acto de cobardía y de total desconocimiento. A la hora de corregir a un perro podemos utilizar dos opciones, siempre acompañadas por un sonido de corrección.
Algunas personas utilizan en “SSSSHhhhhhhh” y otras utilizan el “No!”, ambos sonidos son igual de buenos, simplemente elige el que más te guste.
Las opciones que podemos utilizar en conjunto con el sonido que elijamos, es el “tirón leve de correa” o la “mordida con la mano”.

El educador / adiestrador

Debemos mantener la calma en todo momento, si nos ponemos nerviosos, agresivos o simplemente desesperamos perdiendo la paciencia,
nuestro perro apreciará ese estado y en consecuencia el también se pondrá nervioso.
Nuestro estado de ánimo es fundamental durante la educación, debemos ser firmes, seguros y respetuosos.
De nada sirve corregirle estando nerviosos o enfadados, porque el perro notará que pasa algo extraño y en consecuencia no prestará atención
o no aprenderá de la forma correcta.

Lo correcto en esta situación es corregir a nuestro perro mediante un tirón de la correa (leve pero preciso)
a la vez que le regañamos oralmente con un “No”” o un “SHhhh”. Si no se calma y no obedece a la corrección, le daremos también un “mordisco” con la mano a la vez que le corregimos oralmente. En caso de seguir sin obedecer,
le sentaremos y esperaremos un rato a que se calme.
Lo incorrecto en esta situación, algo que obviamente nunca debemos hacer, es ponernos nerviosos, malhumorados, tirar constantemente de la correa de nuestro perro y gritar como locos “muy mal” “eso no se hace” “no no no no no no ” etc.

Mi perro no reacciona, no me hace caso

Los perros en ocasiones se bloquean, se alteran demasiado o simplemente no se centran, es en ese momento cuando debemos hacer que se siente y
se relajen ya que un perro alterado no puede aprender.
Pegar a un perro solo crea en el miedo y temor a hacer algo que le suponga una nueva agresión. Eso provoca a la larga grandes problemas de conducta
y puede volver al perro agresivo, por eso, nunca se debe castigar a un perro con medios físicos (pegar, golpear, etc).

Si nuestro perro no reacciona ante nuestras sesiones de adiestramiento, no reacciona ante los toques o mordidas, no nos hace caso aunque
lo hayamos intentado varias veces.Quizás sea un buen momento para acudir a un adiestrador canino profesional.



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